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Tema 2.2 Crecimiento Demográfico

El crecimiento demográfico ha sido el principal motor de presión sobre los ecosistemas naturales. Y esto porque para poder satisfacer las necesidades de poblaciones cada día más grandes, ha sido necesario que explotemos más intensamente los ecosistemas.

Los lugares que ocupamos para vivir también han crecido. Con mucha seguridad tus padres y abuelos recuerdan como los pueblos y ciudades donde vivían quizás estaban rodeados por campo y no por las zonas urbanas que pueden ver hoy día. En efecto, dejamos los pequeños poblados para transformarlos en grandes urbes que, en muchos casos (como Tokio, la Ciudad de México, Sao Paulo, Nueva York y Seúl, todas con más de 19 millones de habitantes en 2005) ocupan extensas superficies y demandan no menos recursos para mantenerse.

En 1900, en las áreas urbanas vivían cerca de 200 millones de personas que, para el año 2000, ya eran cerca de 2 900 millones -las ciudades con un millón o más de habitantes pasaron entre las mismas fechas de ser 17 a 388-. El área que ocupan en el planeta las zonas urbanas es en realidad pequeña (tan sólo 2.8% de la superficie terrestre) si consideramos que son habitadas por cerca de la mitad de la población mundial.

El crecimiento demográfico, un problema latente.