En el caso de nuestro país, la pérdida y deterioro de los ecosistemas naturales es también significativa. México es actualmente el onceavo país más poblado del mundo. Nuestra población, al igual que en el caso mundial también creció sustancialmente durante el siglo XX e inicios del siglo XXI: pasó de poco más de 13 millones en 1900 a 103.3 millones de personas en 2005
Para el año 2002 habíamos convertido poco más de 27% de nuestro territorio continental en zonas agrícolas, ganaderas y urbanas.
De las selvas tan sólo quedan en el país cerca de 56% de las originales, y en algunas zonas, su pérdida es dramática. Un caso representativo del destino que han tenido las selvas en nuestro país es el de la selva de los Tuxtlas, en el estado de Veracruz. Este lugar es el remanente de selva tropical húmeda más norteño del continente, con una combinación de flora y fauna excepcional, una área donde se mezclan especies de las zonas templadas de Norteamérica y de las regiones tropicales de Centroamérica, así como dueña de una rica variedad de especies endémicas, es decir, de especies que sólo se encuentran ahí y en ninguna otra parte del globo.
Los bosques templados, como los de oyamel, pino y encino, también se han perdido por completo en algunas zonas, principalmente en el centro del país. En el 2002, se había desmontado cerca de 21% de su superficie original. Por su parte, la vegetación de las zonas áridas, una de las más representativas de nuestro paisaje, conservaba para el mismo año 77% de la superficie original. No todas las selvas, bosques y otros ecosistemas que aún podemos ver en nuestro país, están intactos.